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Olivos y Viñas bajos amenaza: la bacteria "Xylella Fastidiosa" llega a España

 Como se recoge en numerosos periódicos y medios de comunicación la Xylella fastidiosa ha llegado a España. La Unión Europea remarca que esta bacteria es una de las enfermedades más peligrosas de la actualidad y que se tiene que realizar un tratamiento muy severo para impedir su propagación y la tala de numerosos árboles.

 

¿Qué es la Xylella fastidiosa?

 Es una bacteria fitopatológica (clase proteobacteria) con un gran potencial patológico sobre numerosas plantas, produciendo un irreparable daño económico, principalmente en cultivos leñosos como el olivo, la vid, el almendro y diversos árboles frutales (naranjo, limonero…)

 

¿Cómo se transmite y actúa en la planta?

 La bacteria habita en la Xilema vegetal, multiplicándose en el interior de los vasos, llegando a taponar el flujo de savia, principalmente de agua y sales minerales.

Su propagación se puede producir de forma natural, entre las diferentes plantas, o a través de los insectos de la superfamilia Cercopoidea (espumadoras), de la familia Cicadidae (cigarras) y de la tribu Proconiini, que se alimentan de la xilema.

Un insecto a tener muy en cuenta es el Philaenus Spumaries (chicharra espumadora), ya que es muy frecuente y abundante en los olivos.

 

¿Cómo sabemos si la planta está infectada?

 Los síntomas de la Xylella fastidiosa en las plantas llegan a ser muy diversos, llegando incluso a provocar la muerte de la planta. En función de la especie, los síntomas pueden ser los típicos de estrés hídrico: marchitez o decaimiento generalizado y, en casos más agudos, la seca de hojas y ramas, produciéndose finalmente la muerte de toda la planta. En otros casos, los síntomas se corresponden más a los provocados por ciertas deficiencias de minerales, como clorosis internervial o moteado en hojas.

¿Cómo tratarla?

 Actualmente no se dispone de ningún método de cura de la enfermedad, por lo que la principal medida es la prevención. Prestar mucha atención a la hora de comercializar con material vegetal sensible y, en especial, con los que proceden de zonas en las que se han localizado focos de esta bacteria.

 Otra medida a tener en cuenta es el control de la población de insectos que la transmiten, aplicando tratamientos fitosanitarios adecuados, como la poda de las plantas y la eliminación de las malas hierbas.

 En el caso de que se haya producido ya la infección, se debe contactar con los servicios que están dispuestos para estos casos.

 Los tratamientos contra las bacterias y sus vectores actualmente no son efectivos, por lo que habrá que talar las plantas afectadas y toda la vegetación que se encuentra en su entorno.